En Alcázar de San Juan los intereses de la clase
dominante, empresarial y política se han visto enfrentados al interés de los
vecinos. El motivo, la decisión del gobierno local de regalar el servicio de
aguas público a una empresa privada. Sin duda esto supondrá un empeoramiento de
la calidad de este servicio, así como un aumento de su coste, debido al ánimo
de lucro de la empresa, lo que sumado al incremento de tarifas de las demás
necesidades básicas como electricidad, calefacción..., supondrá cargar más las
ya destrozadas espaldas del pueblo trabajador al que nadie regala nada.
Tras meses de concentraciones y
manifestaciones, el conflicto no adquirió relevancia hasta que los métodos de
lucha no fueron distintos a los que nos permite su ley burguesa, en este caso
la simple ocupación de un espacio público como es el Ayuntamiento. Legalidad
burguesa, que no es otra cosa que un arma en poder de la clase dominante para
oprimirnos y desarmarnos.
Como siempre, quienes monopolizan el uso
de la violencia contra los humildes, han criminalizado la protesta para
deslegitimar nuestra voz. Asustados por la posibilidad de que, mediante el
asamblearismo y la acción directa, seamos capaces de demostrar que se pueden
ganar batallas contra los de arriba y que es necesario continuar luchando.
Porque violencia es la precariedad laboral,
no llegar a fin de mes, que los bancos saqueen al pueblo por una vivienda, son
los desahucios, violencia son los recortes en educación, sanidad y servicios
sociales, es no escuchar al pueblo e intentar pasar por encima de él, es exigir
sobreesfuerzos a la clase trabajadora, violencia es mandar a un escuadrón que
apalee a quien no se deje doblegar, es encerrar a quien lucha…, porque cuando
la violencia contra el pueblo se hace norma, el derecho a rebelarnos no se
cuestiona.
La batalla contra el expolio de nuestra agua
se ha perdido, las causas son la falta de conciencia de clase y la desorganización
que esto conlleva, motivos que explican con qué facilidad gran parte de esta
lucha ha sido manipulada por destacados políticos de la oposición, para
utilizarla de manera ruin como propaganda electoral.
La lucha es el único camino para la
obtención de victorias populares, y éstas se pueden alcanzar si hay unidad,
perseverancia y compromiso. Solo la organización y capacidad de lucha en todas
las formas que el pueblo demande y apoye, uniéndose frente al enemigo común que
es la única manera de derrotarlo, detendrá las políticas antipopulares que, en
definitiva, son el detonante de estos estallidos.
¡Unión, Acción y Autogestión!
¡Salud y Revolución Social!
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